El agua nos ha traslado en el tiempo y parece que también en el espacio. La campiña se muestra como nunca, verde y en movimiento por el viento, como un mar de olas suaves, salpicado de cortijos a modo de barcas que lo surcan. En el olivar, el verde es plata, signo de salud y casi garantía de cosecha buena, si el calor y el frío no la quiebra. Las lindes y cunetas están llenas de tallos verdes salpicados de morados, azules, rojos, blancos y amarillos de flores que no veíamos hace tiempo. En las pedrizas y eriales, el matorral es más verde, y esas diminutas plantas de rocalla parecen más grandes que nunca.
De esas lagunas que desaparecieron os mostramos algunas imágenes de la de Consuegra. La laguna se encuentra muy cerca de Albendín, a unos 700 metros del Cortijo del mismo nombre, y a poco más tres kilómetros del pueblo por la carretera de Los Noguerones y el camino de Valdehocinos.


La laguna original sería muy parecida a otras cercanas como la de la Quinta, Rincón del Muerto y la del Salobral, entre otras. Estas se incluyen en el inventario de humedales andaluces y forman parte de la Reserva Natural de las lagunas del Sur de Córdoba. La de Consuegra, formaría parte de un complejo de varias lagunas, como se desprende del nombre del paraje en el que se encuentra, Las Lagunitas, y de la simple observación del entorno cercano. Presentaría una orla de vegetación formada por carrizo, junco y taraje. La vegetación acuática estaría formada por macrófitos adaptados a cierta concentración de sales. Sería fácil ver cigüeñuelas, avocetas y ánades que se reproducirían en la laguna, y otras podrían verse de paso o invernada como el flamenco, el aguilucho, la garza y otros ánades como el pato cuchara o la cerceta.

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