sábado, 20 de diciembre de 2014

La casa de la cultura de Albendín


Durante los últimos meses andamos empeñados en recuperar lo que creemos uno de los elementos singulares del patrimonio cultural que, por su pasado, presente y futuro, pueden contribuir al desarrollo de este bendito pueblo llamado Albendín. Salinas como la de Vadofresno, ya lucen blancas repletas de saleros y su sal está presente en los algunos de los restaurantes de mayor prestigio de Córdoba; otras como las de Brincas, Consuegra y la Cañá de los Harneros, son también objeto de estudio de su potencial. De la mano de la empresa local, GABELA DE SAL, a lo largo de este último año, la sal y las salinas de Albendín han estado presentes en diferentes foros de ámbito regional e internacional, llevando el nombre del pueblo y su cultura más salada a los hogares de Andalucía a través de los programas Tierra y Mar y Comételo de Canal Sur, entre otros. Pero no es hoy día de sal y salinas, por mucho que lo salado haya estado presente desde el origen mismo del asentamiento histórico de Albendín y su entorno, ni que la sal este presente en su cultura en forma de ritos, costumbres y gastronomía.

Hoy es día de fiesta de inauguración de un nuevo espacio dedicado a aquello que diferencia e identifica a todo un pueblo, su modo de vida pasado y presente, las relacione entre su gente y su entorno, la manifestación más folklórica o profunda de sus fiestas, sus monumentos, sus costumbres, de lo material y lo inmaterial asociado al ver, ser y hacer de un pueblo a lo largo del tiempo y el espacio. Hoy es día de fiesta de inauguración de la Casa de la Cultura de Albendín.

Los que de una u otra forma trabajamos con lo cultural, como iniciativa sin ánimo de lucro o como actividad profesional, estamos de enhorabuena por el acontecimiento. Toda inversión en cultura es poca y escasa, aunque corran malos tiempos. Bienvenido sea este nuevo espacio dedicado a lo cultural y aquí queden nuestras felicitaciones a la Alcaldía de Albendín y al Ayuntamiento de Baena por la iniciativa.

Hoy la Casa de la Cultura estará a rebosar, repleta de gente orgullosa de la obra y el nuevo edificio. El primer concierto a cargo de los Coros de  Montilla, Baena y Albendín, será todo un éxito, igual que la primer exposición de pintura de Rafael García. Entre recital y muestra, la casa se llenará de gente de un lado para otro, unos motivados estrictamente por lo cultural, otros por la inauguración y la novedad, y otros por obligación o trabajo desde lo público y la administración. Sean todos bienvenidos a esta, su casa de la Cultura.

Celebremos hoy la fiesta de la Cultura, pero pongámonos a trabajar mañana mismo, por lo que nos representa e identifica como pueblo. Sigamos invirtiendo en cultura como motor de desarrollo y bienestar de un pueblo. Sigamos construyéndose nuevos edificios, pero también apoyando otros que también forman parte de la Cultura de Albendín como las Casas de las diferentes Hermandades de Semana Santa o la propia Casa Museo Etnográfico. Sigamos invirtiendo en nuevas estructuras, pero también en el mantenimiento y recuperación de otras que siendo parte de la cultura del pasado pueden ser pieza clave de su futuro, como la rueda, las fuentes y pozos centenarios, los caminos de carne y rueda tradicionales, o los yacimientos arqueológicos de Albendín y su entorno. Sigamos invirtiendo en recitales y exposiciones, pero también en actividades en torno a la música y la pintura, en forma de talleres y juegos.

Sigamos invirtiendo en lo material, sea en obra nueva o vieja, pero también en lo inmaterial e intangible, en la gestión de lo cultural, en la investigación y desarrollo de los elementos que configuran la cultura de Albendín, en estudios de su pasado para desde el presente escribir su futuro, en la caracterización de su patrimonio histórico mueble e inmueble, así como etnográfico. Invirtamos pues en conocimiento de nuestra cultura, en Albendín y su entorno como espacio geográfico habitado, como territorio ocupado y transformado que se convierte en paisaje construido desde lo cultural.

Demos pues la bienvenida a la Casa de la Cultura, felicitemos a sus responsables, pero reclamemos también nuevas inversiones de carácter cultural desde la administración, así como un mayor compromiso e iniciativa de cada uno de los habitantes de Albendín que como ciudadanos tenemos el derecho constitucional de acceso a la cultura, pero también la obligación de construirla, mantenerla y trasmitirla. La cultura, como otras tantas cosas de nuestra vida, es tarea común de lo público y lo privado.

La administración en sus diferentes ámbitos local y regional tiene asignadas competencias y capacidades específicas en cuanto a planificación e inversión en materia cultural. Las asociaciones culturales tanto de lo mismo de acuerdo con sus estatutos. Los ciudadanos tenemos derechos pero también obligaciones reconocidos en diferentes textos normativos, desde la Constitución hasta la más pequeña ordenanza local. Que nadie piense que  la cultura es cosa propia y exclusiva o, en su caso, ajena a sus competencias, actos, derechos u obligaciones. La cultura como algo de valor que recibimos y transmitimos es patrimonio, pero no por común y de todos, objeto único de lo público o de nadie. Cada uno de nosotros, con nuestros propios actos y patrimonio, contribuimos también a la cultura de Albendín.

Ojalá que entre todos sigamos trabajando por la cultura de Albendín.