jueves, 19 de enero de 2012

Marbella, corriente y manantial

Quizás no sea el Marbella el afluente más grande del Guadajoz; el Víboras, el San Juan o el Salado de Priego pelearían por ocupar este puesto. Sin embargo, no hay río en la cuenca que en su corto curso cuente con más aprovechamientos hidráulicos de carácter histórico y riberas singulares dignas de especial protección.


De sus aprovechamientos hablamos en su día con motivo del último número de SALSUM, serie de monografías del museo histórico municipal de Baena [1]. Recordar sólo que su patrimonio hidráulico con 17 molinos entre Luque y Baena, o 35 según Madoz, nada tiene que envidiar al de otros ríos de larga tradición hidráulica como el Guadaira en Sevilla, el Guadalete en Arcos, o el mismo Guadalquivir en Córdoba [2].


Respecto a sus valores ambientales, sus fuentes en el entorno del Parque de la Subbéticas conservan parajes únicos que nos describen guías y folletos de este espacio natural. En Baena, a pesar de que gran parte de su curso ha sido ocupado por la huerta, el olivar y la caña, todavía existen tramos en los que aparecen saucedas y alamedas dignas de formar parte de los catálogos e inventarios ya presentados en anteriores entradas y como no de protección especial igual que otros elementos recogidos por el PGOU de Baena. Son estas manchas los restos de antiguas mimbreras y alamedas negras que daban sombra en todo su curso a peces, anguilas y arriguelas que se mencionan a principios del siglo XIX por Miñano y Madoz.


El Marbella es también un rio de historia y religiosidad popular. Junto a sus aguas se alza desde principios del siglo XVIII la ermita dedicada a la Virgen de los Ángeles, tallada en tiempos remotos sobre la misma piedra y peñón que la cobija [3]. En la otra orilla el Minguillar oculta las ruinas de Iponuba pero también los restos de proyectos rotos como los Parques Arqueológico y del Olivar previstos en su día por el planeamiento municipal.


Con la instalación de equipamientos de uso público, el tramo de la ermita se consolida como uno de los puntos tradicionales de encuentro y ocio de la población, con un enorme potencial para diversificar la oferta natural del municipio y conexión con la vía verde.


Nace en el Marbella en la fuente del mismo nombre a una 483 m de altitud entre las sierras de Luque y Zuheros [4]. De este manantial, toma el Marbella sus aguas y su nombre. Su significado está relacionado con el denominación de un antiguo territorio pago o distrito agrícola (nahiya) de Al-andalus perteneciente a la Cora de Cabra, denominado Marballub [5]. Marballo, Marballa o Marvella son términos que también se han utilizado para nombrar al río y su manantial.


Sobre su etimología existen varias posibilidades. Respecto al uso de la palabra Marbella en el caso de la conocida localidad malagueña algunos autores consideran un origen fenicio y lo asocian a Maharbal que podría significar “castillo de madera” como algunos restos encontrados en la ciudad o estar relacionado con el personaje histórico homónimo y posible fundador de Marbella [6].


Otros autores presentan otra alternativa interesante y más cercana a nuestro Marbella. Se señala el origen prerromano de la palabra compuesta por MAR (de MA y AR, cantidad y agua) y BILA/BILLA (monte), algo así como “monte con mucha agua” [7]. En el caso del topónimo Marbella en Luque, se considera derivado de la voz latina marba, marva relacionada también con las aguas estancadas y cristalinas.


Sea corriente o manantial, grande o pequeño, nuestro Marbella es un río singular, cantado por poetas y descrito por viajeros de Al-andalus, y como el Guadajoz, río de historias por descubrir y vivir.


Entrada dedicada a Talbanés por su interés en el blog y últimos comentarios; compartimos aficiones y cursos de agua.

[1] http://albendindesdelatorre.blogspot.com/2011/09/salsvum.html

[2] http://viviendorios.blogspot.com/2011/09/patrimonio-hidraulico-de-la-cuenca-del.html

[3]. VALVERDE PERALES, F. (1903). Historia de la Villa de Baena. Edición de 1994 del Ayuntamiento de Baena.

[4] http://www.conocetusfuentes.com/nueva/ficha_detalle.php?id_fuente=130

[5] http://www.enluque.es/paginas/historia/Toponimia/toponimos-luquenos.htm

[6] http://www.andalucia.cc/marbella/historia/conjetura.html

[7] http://www.marbellaexclusive.com/sobre-marbella.php

viernes, 6 de enero de 2012

Consumo y hábitos culturales de los Andaluces. Datos de referencia para Baena Cultura

En alguno de los últimos plenos he escuchado que el Ayuntamiento de Baena invertía en torno al 70% de su presupuesto en Cultura. No sé si dicho comentario tiene base real, tampoco cuál es el presupuesto para este año ni como se desglosa, pero se me antoja que el desarrollo del proyecto Baniana ocupará una parte importante de los gastos previstos, así como la suma de otras actividades relacionadas con el mantenimiento de los museos municipales, el parque arqueológico de Torreparedones, el Liceo, Ferias y otras actividades de carácter cultural.


Bienvenida sea esta apuesta por la cultura, sea como base para dar forma a la oferta turística del territorio o como derecho de todo ciudadano a mejorar su bienestar a través de su implicación y participación en actos culturales. Sin embargo ¿Tiene la sociedad interés por la cultura? ¿Está la población identificada con esta apuesta municipal por lo cultural? ¿Se demanda más o menos inversión en actividades culturales? ¿Ahora en tiempo de crisis, deberíamos gastar más o menos en cultura como alternativa de desarrollo o como “lujo” del que podemos prescindir?

Para el que escribe, como profesional que vive de la gestión del patrimonio natural y cultural, la cultura y el medio ambiente forma parte del trabajo diario, y es la base sobre la que se sustenta mi familia. Para mí, estas cuestiones así como otras relacionadas con el medio ambiente sobre qué piensan o cómo se comportan ciudadanos y administraciones son fundamentales. De lo que piensan y hacen los responsables sobre medio ambiente y en particular sobre el tema del agua ya presenté en su día algunos resultados y reflexiones sobre los datos aportados por el ECObarómetro de Andalucía [1]; hoy, le toca a la cultura.

Presentamos algunos datos sobre los hábitos y consumo que hacen de lo cultural los andaluces a partir de los resultados de la última encuesta realizada por la Consejería de Cultura [2].Aunque se comentan algunos resultados generales, nos centraremos en los datos relacionados con monumentos, museos, exposiciones y yacimientos arqueológicos, temas o propuestas básicas de la oferta cultural del proyecto Baena-Cultura con objeto de orientar posibles líneas de trabajo de difusión y marketing interno dirigidas a la población local y al público en general.

La encuesta de consumo y hábitos culturales de los andaluces (HABICU 2010)

La encuesta es un trabajo de investigación social financiado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía mediante un convenio de colaboración con el Consejo de Investigaciones científica. Este estudio analiza el comportamiento de los andaluces en materia de consumo de bienes culturales, así como los hábitos que desarrolla la población en su relación con las distintas manifestaciones de la cultura en función de variables como la edad, sexo, nivel de estudios, hábitat de residencia y nivel de renta de 2400 personas encuestadas como muestra representativa de la población Andaluza, con 233 en la provincia de Córdoba.


La encuesta incluye un total de 54 cuestiones sobre el interés de los andaluces por las diversas actividades culturales, su comportamiento y hábitos de ocio tanto en días laborables como en fines de semana y días festivos; la participación en distintas actividades culturales y de ocio, y el gasto medio que realizan; y preguntas específicas sobre las tres manifestaciones que reciben mayor apoyo social en la región: la música, el cine y la lectura, así como algunas aficiones practicadas de manera activa por los ciudadanos como la fotografía, pintura, música, etc.

Respecto a los temas de carácter monumental, museístico o arqueológico, la encuesta los incluye como actividad cultural sobre la que se valora su interés general respecto a otras actividades, y algunas cuestiones de detalle como la frecuencia de visitas y gasto aproximado que hizo para ello.

El interés cultural de los andaluces

Los monumentos, los museos y los yacimientos arqueológicos son actividades culturales sobre las que los andaluces manifiestan poco interés cuando las comparamos con otros temas como la música, el cine o la lectura. En un escala de 0 a 10, en la que 0 representa ningún interés, y 10 el máximo interés, escuchar música (con 8 puntos), la música en general (7) y los conciertos de música actual (6) se destacan del resto de actividades propuestas. Sigue la lista de actividades de interés con el cine y la lectura en general (6), la lectura de libros y periódicos (5) y los monumentos (5).


Otras actividades como el teatro, los conciertos de música clásica, o las exposiciones, no superan los cuatro puntos. Los yacimientos arqueológicos y los museos estarían en los puestos 14 y 15 de la lista de las 21 actividades propuestas.

Los hábitos de ocio de los andaluces

Tampoco aparece la visita a estos espacios en el grupo de actividades que ocupan el tiempo libre de los encuestados. Ver la televisión es la actividad más frecuente en el tiempo de ocio en días laborables y también en festivos y fines de semana. Durante la semana escuchar música y pasear o hacer ejercicio completa el tiempo libre, mientras que en fiestas y el fin de semana salimos con la familia o con los amigos.


La visita a espacios culturales queda en un segundo plano, y se orienta a eventos de tipo festivo como ferias y al cine. A pesar del bajo interés señalado, los encuestados manifiestan haber asistido al menos una vez durante el último año (2010) a un monumento (29,6%), un museo (20,6%) o una exposición (19,2%). Sólo el 11,7% visitó un yacimiento arqueológico, aunque con más frecuencia que otros eventos como los toros, los conciertos de música clásica, la ópera o la zarzuela. Algo es algo.

Sobre la frecuencia de visita, la mayoría de los encuestados señalan que nunca o casi nunca visitan yacimientos arqueológicos (64%), igual que en el caso de exposiciones (56%) y museos (51%). Sólo 3 o menos de 3 encuestados de cada 10 lo han hecho en el último año o trimestre. Datos que reflejan la poca asistencia a este tipo de sitios, quizás una sola vez con el colegio y otra cuando de mayores llevamos a nuestros hijos.

Las causas de la escasa frecuencia de visitas se relaciona con el nulo o bajo interés que despiertan en la población; no se trata ni de precio, ni de edad, simplemente educación. Sólo los encuestados con mayor de nivel de estudios señalan sus preferencias y asistencia periódica a monumentos, museos, exposiciones o yacimientos.

La época dorada de los museos

A pesar de estos datos, una buena parte de la literatura especializada sigue hablando de la época dorada de los muesos y de la puesta en valor del patrimonio cultural. Durante los últimos 20 años se han inaugurado la mitad de los museos existentes en España, cerca de 2000, uno por cada 24000 habitantes, lo que representa un aumento espectacular de la oferta museográfica y que se acompaña con un ligero aumento también de la demanda de este tipo de centros, no tan espectacular debido a la amplitud de la oferta (competencia entre museos).


Sobre Baena no he encontrado referencias sobre estadísticas oficiales de visitas a los muesos municipales o a sus monumentos. En el caso de Torreparedones, las 15.000 visitas del primer año según el Día de Córdoba [3], auguran datos interesantes para el futuro, más teniendo en cuenta su impresionante potencial, ya realidad, con nuevos descubrimientos cada día de trabajo.

En el ámbito de Andalucía RAMOS LIZANA [4] presenta algunos datos que pueden servir de referencia para evaluar esta cifra u otras relacionadas con visitas de carácter cultural y museos. La Alhambra y Generalife de Granada es el complejo monumental de Andalucía más visitado con una media anual de 2 millones de visitantes; con 1,2 millones le seguirían la Catedral y los Reales Alcázares de Sevilla, y la Mezquita de Córdoba. Otros monumentos de Córdoba reciben un número medio anual en torno a los 370 mil habitantes con la Sinagoga y el Alcázar de los Reyes Cristianos y los 170 mil de Medina Zahara.

En el caso de yacimientos arqueológicos destaca Itálica en Santiponce (Sevilla) con 215 mil visitantes anuales y Baelo Claudia con 84 mil. Los dólmenes de Menga y Viera en Antequera reciben 48 mil visitantes y la necrópolis y anfiteatro de Carmona 32 mil. Otros yacimientos “menores” según el número de visitas serian los de Cástulo en Linares o Carteia en San Roque con 3 mil visitas anuales.

Respecto a los museos, destacan el museo Picasso de Málaga y el Parque de las Ciencias de Granada con algo más de 385 mil visitantes anuales. En Córdoba el museo de la Torre de Calaorra tiene unos 98 mil visitantes y el de Julio Romero de Torres 76 mil. Antes de su ampliación, el valor medio de visitantes del museo arqueológico y etnográfico de Córdoba era de 36 mil. Otros museos arqueológicos cercanos a Baena como el de Úbeda y Ecija tienen unas 25 mil visitas anuales. Mientras que el número de visitantes en el de Montoro, Puente Genil, Cañete, Monturque, La Rambla o Santaella no pasa de 2 mil al año. En los último años los las cifras aumentan de forma significativa en los principales museos arqueológicos de Andalucía llegando a 86 mil en el de Sevilla, 63 en Córdoba, 50 en Úbeda y 15 mil en el de Linares [5].

Algunas propuestas para Baena Cultura

Estos datos vienen a confirmar el aumento de la demanda por este tipo de museos y posiblemente unos buenos resultados futuros para el de Baena. Sin embargo, igual que en el caso de Torreparedones con objeto de hacer realidad e incluso mejorar estos resultados habrá que hacer esfuerzos adicionales. En el caso del museo, creo que es necesario definir líneas de trabajo en torno a la didáctica de las colecciones, así como establecer un programa de marketing y gestión general que plantee objetivos y actuaciones concretas.


En Torreparedones es urgente también mejorar la interpretación general de sus contenidos como parece que así hará el futuro centro, pero también a lo largo de los recorridos y puntos de interés de la visita. Pero también son retos importantes desarrollar una estrategia de puesta en valor y socialización del yacimiento a partir de los impresionantes resultados científicos que cada día aportan los trabajos arqueológicos; también consolidar y diversificar los accesos al parque; mejorar la accesibilidad de los itinerarios; y sobre todo la integración del conjunto en una propuesta territorial que aproveche otros recursos patrimoniales de carácter arqueológico, etnográfico y natural del territorio.


Es bueno, útil, rentable y necesario seguir invirtiendo en cultura, pero siempre con sentido, con estrategia y un plan general de carácter integral y coordinado que considere la población local, el público general y el territorio. Un trabajo complicado pero posible con la ayuda financiera siempre escasa, la participación de toda la sociedad, incluyendo técnicos, emprendedores y las diferentes administraciones competentes; un reto para Baena Cultura, pero también una oportunidad posible y necesaria en estos tiempos difíciles.

[1] http://viviendorios.blogspot.com/2011/02/como-hemos-cambiado-10-anos-de.html
[2] http://www.juntadeandalucia.es/cultura/web/estadistica/sites/consejeria/estadistica/habicu
[3] http://www.eldiadecordoba.es/article/provincia/1149986/ano/fructifero/torreparedones.html
[4] RAMOS LIZANA, M. (2007). El turismo cultural, los museos y su planificación. Editorial TERA.
[5] http://www.juntadeandalucia.es/cultura/web/estadistica/sites/consejeria/estadistica/estadisticas_museos


Imágenes tomadas de baenacultura.es

miércoles, 4 de enero de 2012

Árboles singulares (2). El taraje del Vado de Las Estacas y el acebuche de Ízcar

Entre los mares de olivos y tierra calma aparecen en la comarca islas e islotes naturales de carácter singular. Es el caso de árboles aislados con siglos de historia por contar, de resistencia al arado, al fuego o la tala indiscriminada, como el Taraje del Vado de Las Estacas y Acebuche de Ízcar.

Cuando hablamos de los tarajales del Guadajoz [1] os presentamos al taraje del Vado de Las Estacas. Hoy aportamos nuevos datos sobre este árbol singular así como del acebuche de Ízcar a partir de los contenidos de los correspondientes inventarios de árboles y arboledas singulares de Córdoba y Andalucía [2,3].

El taraje del Vado de Las Estacas es uno de los de mayor grosor de tronco de la provincia de Córdoba, y uno de los mayores de Andalucía, con cerca de 6 metros de perímetro y 9 metros de altura. Se ramifica a poca altura en dos ramas maestras con perímetros cercanos a 4 metros que sostienen una copa de ramaje bastante denso cuya proyección supera los 50 metros cuadrados.

Cuando en el 2002 y 2003 se presentaba el entorno del taraje se hablaba de un soto denso de tarajal, hoy como en otros tramos el taraje va poco a poco desapareciendo, resaltando aún más la singularidad de este árbol centenario.

El acebuche de Ízcar destaca también por su porte, con 12 metros de altura y 2 metros de diámetro a 1 metro de altura, y por la caprichosa forma de su tronco que abraza a la piedra caliza sobre la que nace, y que sin duda lo salvado de la tala. Se ramifica en tres ramas maestras que soportan una copa cuya proyección supera los 85 metros cuadrados, más que la superficie útil de la mayoría de pisos y apartamentos de la capital.

Como en el caso anterior, diez años después de su inventario, su entorno, antes de secano y cereal, se ve modificado con un nuevo olivar de regadío, que irá ahogando al acebuche hasta ocultarlo en pocos años, sin que nadie hubiera caído en preservar este espacio como uno de los pocos elementos naturales de nuestro patrimonio, a pesar de estar incluido en el Planeamiento Municipal como un elemento de gran interés ambiental que es necesario proteger. De acuerdo con la normativa del PGOU en estos sitios, en los que se incluyen, entre otros elementos, algunos árboles singulares como es el caso de este acebuche y la encina centenaria de Vadofresno, no se permitirá ninguna actuación que implique transformación del uso existente y/o que suponga un deterioro de sus valores naturales; por el contrario se realizarán en ellos actuaciones destinadas a la conservación y mejora de dichos valores (Artículo 8.1.19 sobre medidas para la protección y regeneración ambiental de los sitios o elementos singulares de carácter natural o seminatural. Normativa del Plan General de Ordenación Urbana del Municipio de Baena.)

Dedicamos a esta entrada a nuestros amigos Curro Ordoñez que nos remitió las fotos de estos dos “abuelos” que ilustran esta entrada y Manolo Luque que andando-ríos los presentó en su día a los técnicos de la Diputación. También lo hacemos a nuestras administraciones, a la regional y provincial para que no olviden estos y otros árboles singulares de nuestro entorno a pesar de incluirlos en sus inventarios y subrayar su interés y singularidad; y a la local para que tampoco lo haga y cumpla con la normativa vigente para garantizar su conservación.

[1] http://albendindesdelatorre.blogspot.com/2010/06/los-tarajales-del-guadajoz.html

[2] TAMAJÓN, R.; REYES, J. (2002). Árboles y Arboledas Singulares de la provincia de Córdoba. Diputación de Córdoba, Departamento de Medio Ambiente y Protección Civil. Serie Estudios de Medio Ambiente Provincial Nº 4.

[3] CONSEJERÍA DE MEDIO AMBIENTE (2003). Árboles y arboledas singulares de Andalucía. Junta de Andalucía.