domingo, 23 de mayo de 2010

Brincas

Brincas denomina al paraje entre el Alferez y La Presa. Existe también referencias al Molino harinero de Brincas situado en lo que hoy aparece como la Casería de la Fabrica, y lo que podría ser el anterior molino de Benifanin.



El paraje de Brincas no es muy extenso. Quizás se utilice para referirse al valle escarpado del arroyo que aparece en el 1:10.000 como arroyo de Brincas. Puede que de lo estrecho de este valle surja el término original como aparece en otros topónimos relacionados como Saltaderas o El Salto utilizados en otras regiones. Sin embargo esta idea no sería compartida por Joaquín Caridad [1]. En su explicación sobre el término Abrinca o A brinca rechaza la idea inicial de estar relacionado con brincar o saltar, y presenta varías alternativas relacionadas con distintas localidades y regiones europeas. La antigua Civitas Abricantum, Avranches de Normandía, Brignac (Abriniacus) en Francia, el río Reineck (Abrinca) en Colonia, son ejemplos de términos analizados por el autor y puede que relacionados con el pueblo celta o iliro de los Abricanti (los que viven a ambas orillas del torrente).

Tan sólo hemos encontrado dos lugares más con el nombre de Brinca para referirse a una casa rural en Italia (La Brinca [2]) y a una construcción en Gran Canaría (El corral de los Brinca [3]). En este caso se utilizan para referirse a sus propietarios sin encontrar referencia al origen del nombre de la mujer que habitaba originalmente en la casa o al apelativo de la familia Mendoza respectivamente.

Igual que en los dos casos anteriores, el uso de Brincas en el entorno de Albendín puede que esté relacionado con el nombre del Molino de Brincas. Este molino aparece en la Guía de la Provincia de Córdoba de Manuel Cabronero de 1891 [4] situado en el río Guadajoz a 8 kilómetros de distancia de Baena y con cuatro piedras. Su arrendatario era D. Manuel Romero Pérez, vecino de Santiago de Calatrava, y su propietario, capricho de la historia o no, D. Antonio Águila Mendoza.

Este Molino se correspondería con el Molino de Benifenin o Benifanin de la encomienda de la orden de Calatrava tras la reconquista de Albendín (1240) y que rescata Francisco Espartero en su obra Apuntes para la Historia de Albendín [5]. El autor utiliza el término Blincas como muchos otros vecinos de Albendín. De sus notas, damos cuenta de la compra del Molino por D. José Onievas en 1907, su transformación en central hidroeléctrica (fábrica de la luz) para el abastecimiento de sus propiedades, la posterior compra por lo que hoy sería Endesa, antes Sevilla de Electricidad, y de su actual propietario, vecino de Castro del Río.


[1] CARIDAD ARIAS (2003). Los fenómenos de homonimia y homofonía en la toponomástica y su repercusión en las etimologías cultistas y populares de la Europa Occidental. Servicio de Publicaciones de la Universidad de La Laguna.
[2] www.labrinca.it
[3] www.gmgrancanaria.com
[4] CABRONERO Y ROMERO, Manuel (1891). Guía de Córdoba y su Provincia para 1891 y 1892. Córdoba. Imprenta y Papelería Catalana, 1891.
[5] ESPARTERO ESPARTERO, FRANCISCO. Albendín. Apuntes para su historia.

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